Cada año, los emprendedores del sector de la restauración, tratan de convertirse en líderes de las nuevas corrientes gastronómicas, y así lo consigue. Estos son 3 de los ejemplos más destacados de franquicias de restauración que más éxito tienen en la actualidad.
Llooly
El producto estrella de esta enseña son los Bubble waffle, una variante del gofre clásico con forma de burbuja, y el Stick Waffle, cuya forma es de piruleta, además de un elevado número de postres de los que se puede disfrutar.
Llooly ha comenzado este año su expansión bajo el modelo de franquicia.
Pau Ferrer, CEO y fundador de una marca impulsada por una sociedad con más de 20 años de experiencia tanto en la gestión de franquicias como en el sector de la hostelería destaca que «una ventaja competitiva es que el asociado puede enfocar el negocio en aquellos productos que mejor se adapten a su mercado y público».
Además, otros factores diferenciales son que se adapta fácilmente a cualquier ubicación y su gestión es sencilla, con espacios que no precisan salida de humos ni cocina. En este sentido, la central plantea tres formatos de negocio: Isla/Kiosco, Take Away y Store.
Tasty Poke Bar
Esta cadena de franquicias, en tan solo un año, se postula como una parada obligada para los visitantes y ciudadanos de Madrid. Nos ofrece una experiencia culinaria de lo más original, ya que están especializados en comida hawaiana y, como su nombre indica, en el Poke.
Como consecuencia del crecimiento, desde la central están preparados para «dar un paso más», lo que les ha llevado a iniciar su plan de expansión bajo el modelo de franquicia y aseguran que «poseen varias ventajas competitivas que ayudarán a este objetivo», entre las que se encuentran un concepto innovador de éxito, imagen de marca muy potente, gran calidad del producto, apoyo en formación y apertura inicial y rápido retorno de la inversión.
Poncelet Cheese Tavern
Para los amantes del queso nació, allá por 2004, un local en la capital, con el objetivo de fomentar la tradición española de la elaboración de queso y convertirse así en un escaparate de este sector.
Con la inauguración del Poncelet Cheese Bar en Madrid, se produjo otro hito en la historia de esta franquicia, ya que implica «un concepto único a escala mundial, que no sólo ha permitido dar un gran paso en la popularización de los quesos artesanos, sino que también ha aportado a Poncelet un nivel de notoriedad global extraordinario». «Poncelet Cheese Bar es un restaurante de quesos artesanos donde degustar una carta diseñada en torno a la figura del queso».
A principios del año 2017, la cadena lanzaba el modelo Poncelet Cheese Tavern «como el vehículo definitivo de popularización de nuestro concepto». Se trata de un formato «que impulsa el atractivo del queso artesanal con la potencia comercial del modelo ‘taberna’, convirtiendo el consumo informal en la vía de crecimiento del negocio».