Todos los autónomos poseen obligaciones e impuestos que han de pagar a lo largo de su vida laboral. Entre ellos encontramos el IRPF.
El IRPF es el Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas y es el impuesto más importante de la Agencia Tributaria en España según índica el IEBS.
Todas las personas físicas del país han de pagarlo y al ser un impuesto progresivo, van en proporción con lo que la persona paga. Hacienda es quien marca estos porcentajes para poder calcular el impuesto.
En el caso de los autónomos si estás dado de alta en actividades profesionales o artísticas este porcentaje es del 15%. Por ello, a final del trimestre tienes que pagar a la Agencia Tributaria la parte proporcional de este porcentaje de todo lo que hayas facturado durante el mismo.
Las modificaciones en la Ley y el Reglamento del IRPF afecta a los autónomos en diferentes cuestiones.
Adolfo Jiménez, presidente de la Asociación Española de Asesores Fiscales y Gestores Tributarios (ASEFIGET) afirma que muy pocas son las novedades en IRPF que benefician a los autónomos.
Algunos de estos beneficios que destaca Jiménez son:
- Similitud de la deducibilidad de la dieta con los trabajadores por cuenta ajena
- Deducibilidad del porcentaje de la vivienda para los autónomos que trabajan en casa
- Posibilidad de variar la base de cotización de la Seguridad Social
Además de estas novedades, tenemos la obligatoriedad de presentar las declaraciones trimestrales de dicho impuesto a través del PIN 24 horas.
Por otro lado, los autónomos pueden deducir este impuesto de todos los gastos necesarios para poder generar ingresos, es decir, los necesarios para el correcto desarrollo de su actividad.
Ejemplo de ello son: el alquiler de la oficina, todo lo relacionado con los empleados si tienes, el mantenimiento o reparación del inmovilizado… entre otras.
En relación con dichos gastos, Jiménez destaca la diferencia de gastos que un autónomo puede deducir en función de su actividad.
Además, Jiménez denuncia los procedimientos de verificación de estos gastos por parte de la Agencia Tributaria. Destaca asimismo la necesidad de “una legislación mejor, con normas claras que no dejen al albedrío del funcionario de turno la consideración de aceptar o no un determinado gasto deducible.Los autónomos suelen ser carne de cañón para Hacienda».